Organización del Estado Mexicano
Según lo estipulado en la Constitución Política de 1917, en el artículo 40 de la misma “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior, pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.”
México se constituye en una república federal, es decir, es un conjunto de (31) estados libres y soberanos que se rigen a sí mismos respetando en todo momento la “ley fundamental”. El artículo 115 constitucional “Los estados adoptarán, para su régimen interior, la forma de gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa en el municipio libre, conforme a las bases siguientes: (…)”
En teoría, la República Federal debería de brindar a los estados la posibilidad y la facultad de regirse prácticamente por sí mismos. Este es el caso en países como Estados Unidos, donde la constitución contiene muy pocos artículos, dejando a cada uno de los estados las facultades que le corresponden. Por el otro lado, la Constitución Mexicana tiene 136 artículos, permitiendo prácticamente ninguna libertad a los estados, ya que casi el cien por ciento de las leyes se encuentran en la Carta Magna.
Además de los 31 estados, la federación se constituye de un Distrito Federal, donde residen los poderes de la federación. Irónicamente, el Distrito Federal ha hecho de la República Mexicana una república centralista (aunque formalmente es federalista). La mayoría de los asuntos que acontecen en el país se controlan desde el DF. Otra prueba de ello es la densidad de población en él, ya que constituye menos del 1% del territorio mexicano, pero en él vive más del 20% de la población.
Aún así, cada estado tiene su propia constitución y su congreso. Al igual que el gobierno federal, el gobierno estatal se divide en los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial.
Además de ser federal, la República Mexicana es representativa. Esto se refiere a que funciona en base a una democracia que no es directa. El pueblo, a través del sufragio, elige a sus representantes para que tomen decisiones representativas de cada sector de la población. Solamente en las elecciones presidenciales y de gobernadores se utiliza la democracia directa en México.
Los representantes del pueblo son los diputados, los cuales al parecer no son los más indicados para el puesto, puesto que en su mayoría son ignorantes e incompetentes. Por otro lado resulta irónico, ya que deben de representar a todos los sectores de la población (quienes en su mayoría sufren las mismas incapacidades). Esto hace dudar de la fiabilidad y la efectividad de este tipo de democracia.
La organización del Estado Mexicano en papel puede parecer efectiva y adecuada, pero en la práctica no lo es, de hecho resulta ser todo lo contrario. La federación (como se le llama a México) no es nada más que una palabra. México dista de ser una república federal, por el contrario, México es un país centralista (aunque oficialmente sea lo contrario) lo cual no necesariamente quiere decir que esté mal.
En cuanto a la democracia, se ha discutido que el problema de México siempre había y ha sido la corrupción en las elecciones, donde se compran votos y el conteo es muy dudoso. En mi opinión, el verdadero problema no radica en la honestidad de las elecciones, sino en la mediocridad de tanto los gobernantes como los representantes.
lunes, 1 de octubre de 2007
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